International Postgraduate Medical Training / IPMT


Forma de trabajo del IPMT

 

El IMPT contempla tres puntos gravitantes de formación:


I) Entrenamiento de la percepción y de la reflexión como fundamento de nuevas capacidades de diagnóstico.


II) Introducción práctica en el tratamiento con medicamentos antroposóficos, arte, euritmia curativa y otras posibilidades terapéuticas.

III) Tratamiento de aspectos éticos y meditativos para una mejor comprensión de la propia profesión, para la construcción de una sana relación médico-paciente y para la creación de comunidades terapéuticas efectivas.


En relación a I):

Entrenamiento de la percepción y de la reflexión como fundamento de la capacidad de diagnóstico

La mañana se estructura alrededor de tres aspectos claves del trabajo:
1. Primero se ensaya el nuevo arte de movimiento, la euritmia. Esta fue desarrollada por Rudolf Steiner antes de la primera guerra mundial en colaboración con artistas del movimiento y la maestra en formación del habla, Marie Steiner. Todos los procesos de la naturaleza y del ser humano, como también del arte, pueden ser hechos visibles con ayuda de movimientos. Por lo tanto, los movimientos eurítmicos no tienen un carácter simbólico, sino que corresponden a los movimientos de generación y a los modelos de formación internos, que corresponden al lenguaje de las formas de los reinos naturales, como también al lenguaje humano –el alfabeto originario de vocales y consonantes, que se encuentra en todos los idiomas. Si realizamos y practicamos esos movimientos, logramos una vivencia más fina de los procesos de generación y de formación presentes en la naturaleza y en el ser humano y, de este modo, también de los procesos de enfermedad y cura.

En el curso de la primera semana del training se llegan a conocer las vocales básicas y las consonantes, y se estudian los respectivos movimientos y los bocetos realizados por Rudolf Steiner para los modos formativos. En las siguientes semanas de capacitación se agregan los gestos, que corresponden a los sonidos y a los intervalos entre ellos, así como a las características cósmicas de los planetas y a los signos del zodíaco.

2. Después de una breve introducción al modo de trabajo fenomenológico establecido por J. W. v. Goethe (1749-1832) en pleno se prosigue el trabajo en grupos pequeños con ejercicios de observación práctica. De Goethe es el siguiente aforismo:

Si no fuese solar el ojo,
al sol este podría ver.
Si no estuviera en nosotros la fuerza misma del Dios,
¿Cómo podría extasiarnos lo divino?

En la esfera de los estados físicos de los fenómenos naturales conocemos cuatro estados –o en el sentido de la meteorología aristotélica, cuatro elementos: el estado sólido de la materia (leyes de la mecánica), el estado líquido de la materia (leyes de la hidráulica), el estado gaseoso de la materia (leyes de la aerodinámica), el estado de calor de la materia, que ya no es posible describir materialmente (leyes de la termodinámica). De acuerdo con Goethe en relación inmediata con las experiencias internas y posibilidades de acción del alma y del espítitu. Goethe describió este hecho a lo largo de su obra durante toda su vida.


Podemos reducirlo a la breve fórmula: “lo igual reconoce a su igual”, o: así como el ojo se forma con la luz para la percepción de la luz y el esqueleto de un pie sano puede desarrollarse con el aprendizaje del andar, así también el ser humano sólo puede percibir y comprender aquello que de alguna forma pueda también vivenciar, sentir, pensar. Consecuente con esto, Goethe también formuló su postura vital ético-religiosa: “sólo se llega a conocer lo que se ama” Formar al amor como fuerza de conocimiento y de tal modo ejercitar una empatía espiritual, es otro objetivo de nuestro trabajo. Goethe llamó a este proceso: hacer depender el modo de observación del modo de aquello que se observa.

3. El tercer paso después del movimiento, del vivenciar anímico de la observación de la naturaleza, es la ejercitación del pensamiento. Para este fin sirve correspondientemente cada uno de los capítulos del libro escrito en conjunto por Rudolf Steiner e Ita Wegman, Fundamentos para una ampliación del arte de curar. Después de una breve introducción en el plenario, el trabajo continúa con el mismo pequeño grupo de estudio en que ya se realizaron los ejercicios goetheanísticos. Utilizando este texto se recorre un camino de ejercicio intelectual, que se organiza en cuatro niveles:
a) Lectura en profundidad del texto, numeración de los párrafos, elaboración del contenido descrito, respectivamente, Relaciones que permanecen sin entender o que llevan a nuevas preguntas son anotadas en caso de que no puedan ser satisfactoriamente contestadas durante el tiempo disponible.

b) Se pesquisan las conclusiones del recorrido intelectual desde el primer hasta el último párrafo: ¿Cómo se va agregando cada idea a la anterior? ¿Dónde parece cortarse el hilo de las ideas, para ser nuevamente retomado más adelante, en otra parte? ¿Dónde surgen nuevas ideas, situándose –tal vez del todo faltas de relación a primera vista- al lado de una primera idea o de otra segunda? ¿Cuál es el curso del “hilo rojo”? ¿Estamos en situación de reconstruir de forma autónoma la coherencia de las ideas desarrollada por Rudolf Steiner?
c) Mientras el primer y el segundo paso se ocupan más con el contenido y el modo con que ese contenido fue vertido en una forma conceptual, en el tercer paso importa mucho más aclarar para sí la composición total de este contenido: ¿Qué relación guardan entre si el comienzo y el final? ¿Resaltan durante la sucesión de los párrafos una variedad de puntos destacados, o todo se va concentrando en dirección a un momento culminante, que en fin de cuentas es el realmente importante? ¿Acaso un concepto emana de otro concepto en una forma más bien plástica de hilar las ideas, o predomina un estilo más bien inspirativo, en que un concepto no está directamente vinculado con el siguiente, sino que se manifiesta de una forma suelta pero mutuamente iluminadora, es decir, en correspondencia con otro? En este tercer paso, en que también interesa una percepción artística profundizada del modo y la forma de la estructura tanto interna como externa del capítulo, se presenta la posibilidad de explorar el texto de una forma mucho más íntima, digamos que como obra de arte, como composición, para adentrarse de ese modo en aspectos más bien ocultos de esta coherencia textual y conceptual.

4. Luego, el último paso de la exploración y de la comprensión intelectual es el intento de penetrar en lo esencial, es decir, en la esencia de lo que está dicho. La investigación científico-espiritual de Rudolf Steiner descansa en experiencias suprasensibles que él fue capaz de traducir en claras y coherentes relaciones cognitivas y conceptuales posibles de verter en palabras para hacerlas accesibles y comprensibles para la capacidad cognitiva común del ser humano de nuestra época. Nosotros queremos transitar este camino en forma inversa: ir de la obra textual escrita a la efectividad conceptual; de ahí a la revelación artística y, finalmente, a la esencia de lo conocido y expresado mismo.

En relación a II):

Sobre diagnóstico y terapia y los ensayos farmacéuticos

Para comenzar, se trabaja sobre ya sea el llamado diagnóstico de los miembros constitutivos de un caso de enfermedad característico del libro Fundamentos para la extensión del arte de curar de Steiner/Wegman, y el modo de proceder terapéutico que se fundamenta en éste, ya sea sobre algunas historias médicas e indicaciones terapéuticas del propio docente. Esto se realiza durante dos tardes seguidas. Se trabaja con las posibilidades de una inclusión consciente de la noche. Aparte de las presentaciones de enfermedades o de pacientes, también se exponen procesos farmacológicos que hagan posible una comprensión de la farmacología antroposófica y de la elaboración de los medicamentos. En dicho caso, durante la primera tarde estará en un primer plano el procedimiento de diagnóstico. Una vez que yo haya interiorizado de modo adecuado y con el mayor número posible de detalles una imagen de enfermedad, la situación concreta de un paciente, se plantea la pregunta de qué es lo que todo esto me dice sobre el aspecto terapéutico dentro de mis metas terapéuticas. Me llevo esta pregunta a la cama y observo acaso se presentan todavía otros aspectos. La mañana es más sabia que la tarde, dice el refrán popular. Observando la noche desde el punto de vista de la ciencia espiritual resulta que, así como de día contemplamos todo lo que es dado material- físicamente con ayuda de los sentidos, durante la noche contemplamos las mismas cosas y procesos de un modo social-moral, es decir, desde un aspecto anímico-espiritual. Por ello, algunos casos clínicos están colocados de tal modo que entre la discusión sobre el diagnóstico y la terapia haya una noche de por medio. Entonces podemos aprender a darnos cuenta cómo determinados pensamientos o puntos de vista se pueden transformar por sí mismos por el sólo hecho de que los llevamos concientemente hacia la noche.

En relación a III:

Sobre la ética profesional y para el camino de desarrollo interior bajo la forma de meditación y auto-educación

Con una estrecha referencia a una recapitulación del día, como también con la proyección del mismo, y también a las preguntas concretas de los participantes, se van desarrollando elementos fundamentales del camino antroposófico para un camino meditativo interior y de autoeducación. Se va a demostrar y alcanzar evidencias interiores de que el desarrollo moral-ético es asimismo la más poderosa fuente de la salutogénesis. Se va a hacer evidente que –como lo dijo Paracelso- al final hay sólo un poder sanador de verdad- es el amor.
Va a tener mucho sentido pasar también el tiempo vespertino dedicado al curso trabajando en grupos pequeños después de realizado un breve plenario, especialmente cuando participan representantes de diversos grupos profesionales y resulta importante considerar asuntos de ética profesional de acuerdo a la especificidad de cada profesión (psicoterapeutas, odontólogos, enfermeras, médicos y otros).